Ante un mundo cada vez más complejo, y gracias a la disponibilidad de más tecnología, la tentación de crear soluciones complejas es muy grande.
Eli Goldratt, el padre de la Teoría de las Limitaciones, partió de la base de que toda organización debe ser intrínsecamente muy sencilla. Es nuestra forma de evaluar las situaciones lo que las hace complejas.
En esta nueva serie de artículos, mostraremos algunos ejemplos de enfoques para simplificar situaciones aparentemente complejas, en los ámbitos de la planificación de la producción, la distribución, compras y aprovisionamiento, etc.
Empecemos por la gestión de la carga y la capacidad en un entorno de producción complejo.
Imaginemos que usted fabrica bajo pedido y contra stock. Tiene muchos puestos de trabajo: mecanizado, montaje, soldadura, subcontratación, inspección, etc. Tiene decenas de operaciones en sus hojas de ruta. Sus pedidos y la gama de productos a fabricar crean una inestabilidad permanente, está sujeto a cuellos de botella flotantes.
Por supuesto, tiene pedidos que llegan aleatoriamente cada día, tiene que tomar decisiones rápidas para prometer entregas a tiempo y cumplirlas. ¿Recuerdas la historia del Tetris? El Tetris de la cadena de suministro – Tecnologías basadas en la demanda
Las hojas de ruta de las órdenes de fabricación actuales tienen este aspecto, por ejemplo:
Es intrínsecamente complejo, ¿no?
Bueno, quizá no tanto…
Veamos cómo gestionar la carga/capacidad de este sistema, y tomar las decisiones correctas en el día a día. Para ello utilizaremos el gráfico de carga-capacidad del SW Intuiflow:
Este gráfico compara la carga y la capacidad de los recursos a lo largo de un período determinado (he seleccionado las próximas 2 semanas).
La línea vertical muestra el 100% de nuestra capacidad real.
Como programador de la producción, sé que tengo que fijarme en los tres primeros recursos, en los que habrá una sobrecarga en relación con la capacidad definida.
Así puedo decidir fácilmente qué hacer con estos recursos:
De una situación compleja, de un vistazo puedo ver los riesgos, y en pocos minutos puedo decidir las acciones, porque tengo una visión simple.
Para conseguir esta simplicidad, se ha realizado un trabajo de modelizado previo, que permite simplificar la complejidad:
Para ello, hemos definido el Modelo Operativo basado en la Demanda (DDOM).
Una vez definido este modelo, se utiliza de una forma agregada:
En resumen, la simplicidad es la clave para tomar las decisiones correctas en el momento adecuado, pero para lograr esta simplicidad hay que tomarse el tiempo necesario para diseñar el modelo adecuadamente y adoptar una visión sistémica.
En un próximo post hablaremos de la complejidad en los sistemas de distribución que suponen los enfoques convencionales de los DRP… permanezca atento…
Le invito a que, sobre el tema de la simplicidad, lea el siguiente post de Eli Schragenheim, publicado en 2016 -¡cuidado, explorar su blog puede volverse adictivo!: https://elischragenheim.com/2016/07/12/what-simplicity-truly-means/