¿Ha observado alguna vez una carrera de relevos?
Cada corredor da lo mejor de su rendimiento en su parte de la carrera, y pasa el testigo al siguiente corredor en un área predefinida.
En una carrera de relevos de 4x100m, para pasar el testigo hay una zona de transmisión de 20m: 10m antes de los 100m, y 10m después. Esta zona se señala en el suelo, para permitir a los atletas ajustar sus acciones. Pasar el testigo antes o después de esta zona supone la descalificación del atleta.
Esta zona de 20m para cada tramo de 100m representa así el 20% de la distancia recorrida.
Espere un poco (al menos unas décimas de segundo…).
En nuestras cadenas de suministro, pedimos a cada uno de los jugadores (proveedores, fábricas, centros de distribución) que den su mejor rendimiento, pero luego que entreguen el relevo en una fecha determinada o incluso en una hora, con mucha precisión. ¿Es eso cierto?
Si, por ejemplo, ensamblamos sistemas complejos con múltiples componentes hechos a medida, exigimos a todos los socios que entreguen justo a tiempo para la integración del sistema final.
En otras palabras, los atletas superpreparados tienen derecho a una zona horaria del 20% para pasar el testigo, pero en la cadena de suministro la fecha debe cumplirse estrictamente y cualquier retraso o avance es una anomalía.
En la vida real de nuestras empresas esta entrega también requiere flexibilidad, la definición de zonas de transmisión, y una toma de decisiones adaptada (ralentizar / acelerar) en vista de nuestra posición en esta zona.
Llamémoslo un buffer de tiempo. Un buffer de tiempo es muy similar a una zona donde los relevos pasan entre las operaciones ascendentes y descendentes. Está ahí para absorber la variabilidad de las operaciones ascendentes, y para permitir que la operación descendente se inicie a tiempo. Este buffer de tiempo se materializa con zonas rojas, amarillas y verdes, y dependiendo de nuestra posición en el buffer tomamos decisiones de dirección: acelerar, ralentizar, dar prioridad a este pedido en lugar de ese.
Cuando se fabrica bajo pedido, la organización de buffers de tiempo en puntos clave de sus flujos, su correcto dimensionamiento y su control visual son esenciales para garantizar los relevos de flujos a lo largo de su cadena de suministro.
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