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¿Cómo se toman muchas decisiones?

Por Bernard Milian
Train tracks leading to a warehouse

En la conferencia de usuarios francesa de junio de 2023, nuestro socio DFYA nos recordó que tomamos constantemente un gran número de decisiones.

Se habla de 35.000 decisiones al día para un ser humano adulto.  Si hacemos una búsqueda en Internet sobre el número de decisiones diarias, Google nos dará 35.000. Sin embargo, la fuente científica de esta estadística, citada en varios sitios, parece dudosa – en particular, influenciada por un anuncio de Microsoft https://youtu.be/6k3_T84z5Ds, que no hace referencia a ningún estudio científico real… Confieso que no pregunté a ChatGPT, no sea que se invente un estudio de la nada.

Bienvenidos al maravilloso mundo digital donde una afirmación se convierte en verdad cuando se repite lo suficiente, y sigamos intentando dar nuestros 10.000 pasos al día, ya que ningún estudio ha demostrado que sea la cifra correcta, pero no hace daño…

A escala de una empresa, el número de decisiones tomadas aumenta inevitablemente, en proporción al número de personas -aunque veamos que a veces las decisiones de unos van en contra de las decisiones de otros- y que cuantos más responsables haya, mayor será la inercia -seguro que tiene alguna anécdota jugosa que compartir al respecto-.

Sea cual sea la estadística real, el hecho es que todos y cada uno de nosotros tomamos muchas decisiones cada día, y que el número de decisiones tomadas dentro de la comunidad que es una empresa es asombroso, probablemente varios millones al día para una multinacional. Cuando se amplía el ámbito a una cadena de suministro, es decir, más allá de la propia empresa, a una red de socios -clientes, proveedores, suministradores de servicios-, ¿cómo es posible que tantas decisiones tengan coherencia?

Automatización e intuición

Como individuos, lo que nos permite tomar tantas decisiones cada día es que las tomamos sin pensar. Ya sea porque hemos automatizado el proceso, tras aprender a hacerlo rápidamente (respirar, por ejemplo) o durante un periodo de tiempo más largo (caminar, montar en bicicleta). La automatización en la toma de decisiones en la cadena de suministro también es de agradecer. Pedaleamos de forma automática, instintiva, porque hemos adquirido confianza, a través de un proceso experimental y unos cuantos arañazos. Automatizar las decisiones en la cadena de suministro exige adquirir esa misma confianza en el sistema, sin tener que recurrir a Excel, algo que la mayoría de los sistemas ERP y APS no han conseguido…

La intuición también nos ayuda a tomar decisiones en el día a día. No tenemos que pensar mucho en ello: tomamos muchas decisiones porque son obvias. Decido parar en un semáforo en rojo sin tener que pensarlo. Como ya hemos dicho, lejos de ser irracional, la intuición es ante todo la aplicación automática por nuestro cerebro de los conocimientos acumulados en nuestra memoria a largo plazo. Por eso, cuando se trata de tomar un gran número de decisiones cotidianas en la cadena de suministro, nada mejor que disponer de un modelo operativo y de soluciones digitales intuitivas.

Coherencia y modelo operativo

El hecho es que la automatización y la intuición no son la respuesta a todo. Nuestras empresas son comunidades en las que intervienen varias funciones, varias sedes y un sinfín de interacciones. Ampliada a proveedores y clientes, la ecuación incluye múltiples incógnitas.

Incluso para aplicar la automatización y ejercer la intuición, se necesita coherencia -un sentido común, un consenso sobre un modelo operativo, unas misiones y unos objetivos.

La propuesta del enfoque Demand Driven es volver a lo básico para aportar coherencia. La misión principal de una empresa o de una cadena de suministro es transformar las materias primas para suministrar productos acabados al mercado. Esto se denomina flujo. Centrarse en este flujo que aporta valor al mercado es lo que garantiza la coherencia para todos los integrantes.

Para apoyar este flujo, necesitamos un modelo operativo. Lean ha popularizado los VSM, es decir, la modelización de los flujos físicos y de la información. En la era del “process mining” debatir la necesidad de evolucionar un VSM anticuado, pero formalizar el flujo de materiales y la información es esencial para establecer una comprensión compartida y la coherencia en los procesos de toma de decisiones.

Datos, visibilidad, colaboración

«Sin datos, no eres más que otra persona con una opinión», decía Edward Deming. Para alimentar los procesos de toma de decisiones, y más aún la toma de decisiones colaborativa en la que intervienen varios responsables, se necesita poner en marcha una plataforma empresarial inteligente que haga visible la situación actual y pasada, que arroje luz sobre las opciones futuras y sobre las relaciones causa y efecto.

Recuerde: no basta con tener visibilidad, es necesario establecer procesos de revisión y adaptación, intercambios con las partes interesadas internas y externas, y un proceso S&OP para ejecutar estas decisiones.

Intuiflow de decisiones…

Nuestra solución Intuiflow es ágil, intuitiva y automatizada, con capacidad para definir y adaptar modelos operativos junto con S&OP, e incorpora una plataforma de inteligencia empresarial. Está diseñada para facilitar la toma de una multitud de decisiones en el día a día.

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