Cuando busca sistemas informáticos para gestionar su cadena de suministro, lo más probable es que esté buscando SW grandes, complejos y caros.
Esta tendencia se remonta a la aparición de los ERP en los años 90, y es autosuficiente para toda una industria. Si un sistema -un ERP, por ejemplo- es complejo, requerirá toda una red de integradores y consultores para implantarlo, actualizarlo, formar a los usuarios y darles soporte, etc.
Así que, si es consultor en una gran consultora, le interesa recomendar a las empresas con las que trabajas que opten por un sistema grande y complejo, porque su trabajo como consultor implica vender días de consultoría. Es la naturaleza humana.
Algunas soluciones son ideales para generar días de consultoría – estoy pensando, por ejemplo, en una solución del mundo de las finanzas, que implica el desarrollo de modelos personalizados para cada empresa, y que ha desarrollado con éxito un considerable volumen de negocio para sus empresas asociadas. Independientemente de la calidad de la solución, en muchos casos podemos cuestionarnos la relevancia de inventar, desarrollar y mantener un modelo a medida que reinventa la rueda…
En el ámbito de la planificación de la cadena de suministro, existen muchos sistemas complejos y costosos. Si no sabe a qué me refiero, los encontrará fácilmente en un cuadrante mágico.
En conferencias a las que hemos asistido, los comentarios sobre la implantación de algunas de estas soluciones han sido contados… sólo la implantación, no los resultados obtenidos. Un ejemplo reciente de una solución muy conocida celebraba el éxito de la implantación del proceso de planificación de la demanda en un año. La planificación de la oferta estaba prevista para el año siguiente…
Debido a su complejidad y a la necesidad de un apoyo intenso, la implantación de estas soluciones es muy similar a la de un sistema ERP, ¡con costes y riesgos similares!
¿No es esto la antítesis de la necesidad de agilidad a la que se enfrentan las empresas?
En el extremo opuesto, la solución de planificación de la demanda desarrollada por SKU Science, ahora integrada en Intuiflow, se diseñó inicialmente para ser implantada de forma autónoma por parte de los clientes, sin intervención de ningún consultor: en uno o dos meses los usuarios son plenamente autosuficientes. Esto exige el desarrollo de una solución que disimule la complejidad subyacente y sea intuitiva, para que los usuarios puedan empezar a trabajar rápidamente.
Tenemos varios clientes -grandes empresas internacionales- que han implantado Intuiflow de forma independiente en docenas de fábricas y centros de distribución, con un pequeño equipo de implantación interno -normalmente de 2 a 4 personas- para proyectos de una duración de 3 a 6 meses para cada centro.
Nuestros esfuerzos de desarrollo contribuyen a esta facilidad de implantación: las funcionalidades de «Auto pilot» facilitan el dimensionamiento del stock, sin necesidad de científicos de datos. La plataforma de BI integrada proporciona una visibilidad inmediata de extremo a extremo de la cadena de suministro, sin necesidad de una personalización costosa y lenta.
El inconveniente de este planteamiento es que las (grandes) consultoras, cuyo modelo consiste en vender muchos días de presencia, no siempre se muestran muy dispuestas a recomendarnos… Sin embargo, estamos asistiendo a la aparición de una comunidad de consultores que se comprometen a garantizar el éxito de sus clientes con enfoques pragmáticos, para quienes apoyar una implantación rápida y con éxito es garantía de una relación a largo plazo con sus clientes.
Así que, si su consultora favorita le aconseja una solución concreta, asegúrese de que entiende cómo encaja en su modelo de negocio. Escuche también el boca a oreja, los comentarios de las empresas que han implantado la solución. ¿Cuánto tiempo les llevó? ¿Se obtuvieron resultados? ¿Fue sólo un experimento o una implantación a gran escala?
Organizamos conferencias de usuarios y emitimos las grabaciones online, así que no dude en investigar todo esto para hacerse una idea…
