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¿Puede una cadena de suministro ser a la vez ágil y ecorresponsable?

Por Bernard Milian
Airplane flying over the woods

Afrontémoslo. Como un ávido practicante de Lean, tengo una aversión instintiva al tamaño de los lotes. Durante mucho tiempo, pensé que lo ideal sería que cuando un consumidor necesita algo, debería fabricarse y estar disponible, por unidades, casi instantáneamente. Y así, cualquier tamaño de lote – un palé completo, un camión lleno, una campaña de producción – es una ralentización de este flujo.

Cuanto más a menudo podamos fabricar y entregar lotes pequeños, mejor será para adaptarnos a la demanda real, ¿no?

Sin embargo, si examinamos las operaciones de una cadena de suministro desde el punto de vista de su impacto medioambiental, la noción de agrupamiento aparece inmediatamente como esencial. Todos esos camiones, aviones, contenedores y barcos que viajan parcialmente vacíos tienen un impacto considerable en el carbono. Por lo tanto, necesitamos llenar contenedores, camiones, palés, etc.

Entonces, el desafío es: ¿podemos adaptarnos continuamente a la demanda del cliente, de manera ágil, reduciendo al mismo tiempo la huella de carbono de nuestras cadenas de suministro?

De hecho, hay varios aspectos de un modelo Demand Driven que favorecen la ecologización de las cadenas de suministro… si lo hacemos correctamente.

Fabricar y transportar lo que realmente se necesita

Este es el motor del modelo Demand Driven pull-flow: fabricar y transportar sólo lo que corresponde a la demanda real. Las existencias obsoletas que acaban en un punto de venta, o peor aún, en un vertedero, son sin duda una de las principales fuentes de ineficiencia medioambiental. La implementación de las tácticas DDMRP ha demostrado ampliamente su eficacia en este ámbito, ayudando a controlar y reducir las referencias que están en la “zona azul” de Buffer (por encima del tope de verde). 

Optimizar los lotes de transporte y las campañas de producción

Generar palés, contenedores y camiones completos no es tan sencillo. La mayoría de los sistemas ERP no ofrecen una solución sencilla y eficaz para ello, especialmente cuando se trata de mezclar mercancías heterogéneas en un mismo contenedor. Al facilitar la gestión de las prioridades relativas y las unidades de medida alternativas, el «optimizador de carga» de Intuiflow permite hacerlo con un solo clic, asegurando que esta agrupación se ajusta a la demanda real.

La misma lógica se aplica a la producción: los cambios de formato, la limpieza que consume mucha energía y las pérdidas de material se pueden reducir con lógicas de planificación y programación agrupadas.

Desacoplar para masificar y llevar los productos al lugar adecuado

Cuando se implanta un modelo Demand Driven, el primer paso es diseñarlo. Esto implica dar dos pasos atrás respecto al estado actual, evaluar el diseño de los flujos y posicionar adecuadamente los puntos de desacoplamiento.

Estos puntos de desacoplamiento tienen múltiples funciones, por ejemplo:

  • Agrupar los suministros aguas arriba de estos puntos de desacoplamiento. El uso juicioso de las zonas verdes permite controlar las frecuencias de transporte o de producción y, así facilitar la configuración de lotes ecológicos y económicamente adaptados.
  • Acercar las mercancías a un estado de progreso y una ubicación que reducirá los costes y el impacto medioambiental de las etapas finales de la cadena de suministro: distribución de última milla, diferenciación con retraso. Con unos buffers bien gestionados, se maximizan las posibilidades de conseguir el stock correcto a la distancia adecuada en el plazo previsto, y se reducen las urgencias.

Este trabajo de diseño de la red, en términos de posicionamiento y dimensionamiento de los inventarios, también impacta en los plazos de entrega… y proporciona elementos de reflexión para acortar las distancias que recorren las mercancías en nuestra cadena.

Estabilización de flujos

Los cambios de ritmo en una cadena de suministro son perjudiciales. El fenómeno bien documentado del efecto látigo se reduce gracias al funcionamiento pull-flow de un modelo Demand Driven. La realidad en la mayoría de los mercados es que hay recurrencia en las necesidades e inercia en los cambios en la tasa real de consumo de los clientes finales. La mayor parte de las fluctuaciones ascendentes se deben a nuestras prácticas de planificación, y no nos damos cuenta de que estas fluctuaciones, a veces extremas, tienen un coste medioambiental. Frenar o acelerar crea regímenes transitorios que también son costosos para el planeta. Atascos de contenedores en los puertos, transporte aéreo excepcional… ¿les suena?

Ecologizar sin blanquear

Reducir el impacto ecológico de una cadena de suministro requiere tanto pensamiento heurístico como atención al detalle. Hay que abordar los problemas de diseño de la red de extremo a extremo, e implementar rutinas diarias que optimicen el transporte y la eficiencia energética. El modelo Demand Driven no es en sí mismo una solución ecológica, pero puede ayudarnos a tomar decisiones en la dirección correcta.

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