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Aprende a procastinar

Por Bernard Milian
Man leaning back on a chair sitting his legs on a large clock

En nuestra educación, retrasar el trabajo no es bueno.

Si se dedica a la cadena de suministro, es más propenso el anticiparse: está más enfocado en el futuro.

Si se dedica a la cadena de suministro, le gusta hacer las cosas, tomar decisiones… está decididamente orientado a la acción.

Estas dos cualidades combinadas, más un poco de presión amistosa de su entorno profesional, pueden llevarle a cometer un grave error: ¡tomar decisiones demasiado pronto!

El problema es que cuanto antes tome las decisiones, más se cierra a la posibilidad de tomar una decisión diferente, que podría haber sido mejor, a medida de cómo evoluciona la situación.

Por supuesto, uno no quiere decidir demasiado tarde. Pero, ¿no es la propia definición de «justo a tiempo» tomar decisiones ni demasiado pronto ni demasiado tarde?

¿Qué significa tomar decisiones demasiado pronto y, cerrar las posibles opciones de adaptación?

  • Fijar los pedidos en un plan maestro de producción a lo largo de varias semanas, cuando el tiempo de fabricación del producto es de sólo unas horas.
  • Crear o liberar órdenes de fabricación, que son para un horizonte lejano.
  • Hacer pedidos a los proveedores con muchos meses de antelación, mientras que la fabricación y el transporte tardan unos días o semanas.

– Poner más stock del que se necesita (pedir el doble para no tener problemas…).

– etc.

En el curso de aplicación del modelo de gestión Demand Driven, nuestra experiencia es que la mayor dificultad encontrada en términos de gestión del cambio es la siguiente: aprender a procrastinar… es decir, aprender a tomar decisiones sólo cuando es necesario tomarlas:

  • Generar órdenes de fabricación, aprovisionamiento o distribución dentro del plazo desacoplado del artículo como muy tarde.
  • Lanzar las órdenes de fabricación sólo en el momento oportuno, en función del ritmo al que marquen las limitaciones.
  • Eliminar los periodos de congelación. El flujo necesita estabilidad: congelar no es estabilizar, es amplificar la variabilidad retrasando la adaptación a las evoluciones del consumo.

Tomar decisiones lo más tarde posible no significa que no se pueda planificar, anticipar y preparar: no es sinónimo de caos. En cambio, tomar decisiones demasiado pronto suele generar confusión, caos y costes…

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