No sé a usted, pero a mí siempre me han parecido extraños los anuncios de productos de cosmética que afirman unos resultados probados como «piel un 25% más suave». Por un lado, ¿cómo se mide la suavidad de la piel? ¿Existen máquinas para medir la suavidad? – Y, en segundo lugar, ¿qué significa esta media del 25% para cada persona? ¿Hay pieles jóvenes que ya son suaves y para las que la mejora será sólo del 2%, y pieles maduras que se volverán un 43,5% más suaves?
En general, hay un asterisco junto al 25% que remite a una descripción en letra pequeña de las condiciones experimentales y de la organización científica indiscutible que realizó el estudio.
La verdadera pregunta que me hago es: ¿qué le haría este producto a mi propia piel? Y, por cierto, ¿necesito una piel más suave y en qué medida? ¿Cuál es mi expectativa de resultados? ¿Me merece la pena?
Si le interesan las soluciones para la cadena de suministro y echa un vistazo a las páginas web de los proveedores, abundan las promesas de resultados: n veces menos roturas de stock, x % menos de inventario, y un % más de servicio, z % menos estrés y, por qué no, un 32% más de fluidez.
Y, sí, lo admito, la web de DD Tech no es una excepción a la regla…
¿Cómo orientarse en esta jungla de promesas? Si tiene alguna experiencia en operaciones, es probable que vea estas cifras con una sonrisa, sobre todo porque está dotado de la cualidad más importante de un líder de la cadena de suministro: una mente crítica.
Para quienes llevamos tiempo trabajando en la cadena de suministro, estas promesas no son nuevas. Fueron las promesas del ERP, APS, DRP, MEIO, torres de control y otras plataformas digitales de las últimas décadas.
Dadas las promesas hechas desde los años 90 y las enormes inversiones realizadas por las empresas, hoy en día no cabe duda de que nuestras cadenas de suministro son extremadamente eficientes, ágiles, resistentes, y que su día a día y su planificación estratégica no se basan en multitud de tablas de Excel, ¿verdad?
Huuum.
La exigencia de resultados
¿Por qué necesitamos este tipo de promesas? Simplemente porque adoptar una solución y abordar un proyecto representa una inversión, y necesitamos justificar esta inversión con la Dirección, haciendo un Business Case. Si tenemos resultados probados en otras empresas, preferiblemente similares a la nuestra, será más fácil tomar la decisión.
Por supuesto, estas estadísticas, aunque se basen en hechos, no significan gran cosa y no pueden trasladarse a su empresa. Otro cliente tenía un nivel de servicio del 60% y pasó al 90%. Eso está muy bien, pero quizá gran parte del camino se podría haber hecho sin la solución milagrosa, y dado que su nivel de servicio actual es del 92%, ¿le ayudará a superar la marca del 95%?
Experimentar para validar el potencial de mejora
Una ventaja de un enfoque Demand Driven es que permite simular parcialmente, antes de cualquier implantación, cómo habría sido el proceso en su empresa, reproduciendo los datos históricos de la demanda. Estos resultados deben tomarse siempre con cautela -la reproducción a posteriori no es un reflejo perfecto de la vida real-, pero este enfoque ya le da una idea, y le permite comprender mejor las señales de demanda a las que está expuesto.
Además, es bastante fácil y barato poner en marcha una fase piloto en un perímetro determinado -una fábrica, una línea y observar los resultados obtenidos en unos meses, lo que le tranquilizará y ayudará a convencer a su personal. Sin embargo, este enfoque lleva tiempo y puede que no se adapte a sus necesidades.
Lo importante es el proceso
Los resultados operativos obtenidos son siempre consecuencia de un proceso. Si quiere mejorar los resultados, por supuesto que debe medirlos, pero no se centre en los resultados en sí, sino en los procesos que generan esos resultados, en lugar de lanzarse a una solución que parece atractiva. Plantear el problema e identificar las palancas clave para la mejora le ayudará a ordenar las cosas -recuerde a los entusiastas de Seis Sigma, la fase de definición es la más importante. Dé un paso atrás, aléjese y trate de identificar lo que realmente importa, lo que probablemente le hará avanzar.
Identifique los principios fundamentales que deben cumplir sus procesos y herramientas. Por ejemplo, en mi experiencia personal de treinta años, uno de los principios más importantes es planificar en función de la demanda real siempre que sea posible…
Los equipos de la empresa consiguen los resultados
Al final, son las mujeres y los hombres de sus equipos los que harán que su cadena de suministro sea más fluida y ofrezca resultados. Muchos sistemas prometedores han fracasado porque los equipos no confían, no entienden lo que pasa en la caja negra o el sistema se percibe como complejo.
Es difícil de integrar en el caso empresarial, aunque probablemente sea el principal criterio de éxito…
A la hora de evaluar soluciones que ayuden a sus equipos a mejorar los resultados del Negocio, preste atención a algunos puntos clave:
- ¿Los principios de funcionamiento son relevantes, claros y fáciles de entender?
- ¿Las pantallas están claras, son sencillas y atractivas?
- ¿Se pueden automatizar las decisiones rutinarias con facilidad y seguridad?
- ¿Podemos centrarnos directamente en las excepciones?
- ¿Ganamos visibilidad multifuncional?
- ¿Estamos mejorando la colaboración?
- ¿Cubrimos la mayoría de las necesidades con la misma herramienta?
- ¿Crecerá la solución con nosotros y nos acompañará en nuestros próximos retos?
Si su respuesta es afirmativa, los resultados deberían estar asegurados…