¿Cómo reponer tu nevera esta semana?
Es viernes por la noche, vamos a hacer la compra mañana por la mañana.
¡Le proponemos un método científico, matemáticamente ejemplar, que le permitirá determinar con eficacia lo que necesita ¡y optimizar sus compras!
1 – Haga previsiones fiables
- Determine sus menús, mañana, mediodía y noche, desde mañana (sábado) a mediodía, hasta el sábado por la mañana de la semana que viene.
- Planifique bien el número de comensales para cada día y ajuste el consumo en función del hambre: si su adolescente mayor está allí toda la semana, o si el tío Alfred viene este fin de semana, piénselo.
- Tenga en cuenta los factores exógenos, en plena ola de calor bebemos más y comemos menos, ¡consulte la previsión del tiempo!
- Anticipe una posible variación en la demanda, el pequeño antojo nocturno, por ejemplo.
2 – Calcule sus necesidades totales
- Para cada uno de sus menús, desayuno, comida y cena, calcule sus necesidades según sus recetas – es sencillo, multiplique sus previsiones de consumo para cada plato por las cantidades de ingrediente de la receta.
- Asegúrese de que sus recetas son fiables: las cantidades de los ingredientes deben ser correctas
3 – Calcule sus necesidades netas
- Consulte el estado de su stock en su despensa y en la nevera. Asegúrese de que el recuento es fiable. Si no está seguro de la cantidad de arroz que hay en el paquete que ya está empezado, use una báscula de cocina, los modelos actuales permiten una excelente precisión, posiblemente con una conexión Bluetooth, si tiene una cocina 4.0 – encontrará este tipo de báscula on line por tan solo 40 €.
- ¿Debería asegurarse de tener algo más de comida el próximo sábado antes de la siguiente compra, por si acaso? Si es así, tenga en cuenta esta cantidad de stock de seguridad.
- Si le sobra algo, ¡téngalo en cuenta! Si, por ejemplo, le sobran dos raciones de la ensalada mixta del viernes, y piensa consumirlas el sábado por la noche, ¡no es necesario reponer los ingredientes para esta ensalada mixta!
- ¡Compruebe las fechas de caducidad! Sus existencias deben estar bien para el consumo el día que prevee consumirlas. Si este no es el caso, considere este stock como no disponible o modifique sus menús y vuelva al paso 1.
- El cálculo de sus necesidades es sencillo: (necesidades totales previstas) – (stock inicial) + (stock de seguridad para el sábado de la semana siguiente)
- Redondee sus necesidades al lote de compra. Pongamos un ejemplo:
- Le queda 1 litro de leche
- Su necesidad bruta para las recetas de la semana es de 1,8 litros
- Desea disponer de 1/2 litro de stock el próximo sábado
- Por lo tanto, su necesidad neta es de 1,3 litros.
- Compra su leche en brick de 1 litro, por lo que comprará 2 litros
- Tenga en cuenta que esta semana la tienda está haciendo una oferta especial, con un 30% de descuento en el pack de 6 bricks: su cónyuge, comprador en el establecimiento, cree que es una buena oferta, usted decide …
4 – Compre en consecuencia. Atención: ¡evite la compra compulsiva de ingredientes que no son necesarios para sus recetas!
5 – Controle la ejecución
- Cada día de la semana, siga al pie de la letra los menús que decidió en el paso 1.
- Asegúrese de que se respeta la cantidad de ingredientes. Su báscula de precisión puede ayudarle.
- Atención: ¡no estropee sus recetas! ¡Un plato fallido (quemado, por ejemplo) podría generar escasez!
- Controle el consumo de sus comensales, no dude en influir discretamente si ve una desviación: «¿está seguro, en qué punto está en su dieta?» Los profesionales lo llaman «modelar la demanda».
- ¿El miércoles por la noche su hijo adolescente se presenta a cenar con sus compañeros de baloncesto? Ay. ¿Había previsto esto en su stock de pasta de seguridad? ¿Es demasiado tarde para pedir pizza? Con el plan B de pizzas, ¿qué hacer con los ingredientes de la receta del plan A en el paso 1?
- Mida la fiabilidad de sus previsiones en consecuencia, ya que podrá aprovechar para determinar sus existencias de seguridad de la próxima semana.
6 – Llegamos al viernes por la noche, vuelva al paso 1. Considere la posibilidad de informatizar su proceso si es demasiado laborioso.
Hum. ¿No es así como hace sus compras? ¿Repone en función de su consumo real, posiblemente con una rectificación el miércoles en el supermercado local? ¿Quizá esté preparado para un sistema pull-flow, no sólo en casa, sino también en su negocio?
